Parque Central

¿Tri-Angle? ¿Ella también lo conocía? Ahí si que sonreí de veras...
- Claro que la conozco - Asentí - Así que tú también irás a esa escuela... - Era interesante. Así podría vigilarla más de cerca y conocer todo sobre ella y los Hwang. No los consideraba enemigos, pero tampoco eran mis amigos. Acaricié un mechón de su pelo y de nuevo dejé caer la mano a mi costado - Seguro que será divertido...

Seguro que, me lo pasaría muy bien... sino es por él, conocería más de los Jung a través de su hermano. O tal vez.... Sonreí juguetonamente con mis pensamientos, y seguí mirándole... parece que lo iba a pasar muy muy bien...

-¿Así que estámos destinados a vernos en aquel lugar a diario? Mmm....divertido... -reí levantandome del capó del coche - ¿Quieres que te lleve... a algun sitio?

Si, estaba completamente segura que lo iba a pasar muy bien.... muy muy bien...

Misteriosamente no me molestaba su presencia… Y yo que pensaba que solo podía estar a gusto con KwangYong…
- Sí… paseo, miro los árboles… y recaudo información… -Sonreí.- ¿Por qué hace tiempo que no venías por aquí? Es un sitio muy bonito y relajante… Puedes encontrar muchas cosas valiosas.

Llegué a una especie de... jardín, sí, sería eso. Observé al rededor y sonreí al ver tanta gente. Mi vista se paró en dos chicos que parecían discutir. Me acerqué rápidamente a ellos ya que parecía que se iban a marchar.
-¡¡Hola!! -Sonreí ampliamente. -Jo, ¿ya os vais? Y yo que acabo de llegar... -Hice un puchero mirándoles a los ojos.

Miré a mi derecha y sonreí ampliamente al ver a esa chica tan guapa… Elevé una ceja cuando la escuché presentarse y hacer ese puchero tan mono.
- Hola… -Dije con voz suave y melosa.- ¿Cómo te llamas, preciosa?
Volví a sonreírle y pasé mi brazo por su cuello.

Me giré y vi a una chica con aspecto de niña pequeña. Y el rubio mas pulpo imposible.
La chica le miró sonriente y le abrazó.
-Me llamo Yuuki. ¿Y vosotros cómo os llamáis?
Notaba como el rubio era incapaz de contestarla. Me acerqué a ella y la miré serio.
-Hola, lo siento pero creo que no te lo voy a decir.

Me puse triste por no saber cómo se llamaba. Me solté del chico rubio y me acerqué al otro.
-¿Tengo que hacer algo para que me lo digas? -Sonreí inocentemente.

Y el idiota Bloody Bird con esa simpatía que tenía… Bueno… Sonreí alegre, mejor para mí. Qué foco de inocencia tenía esa chica, perfecta para quitárselo…
Suspiré melodramáticamente y la sujeté de la mandíbula para que me mirara.
- Para que te lo diga… tienes que darme tu número de teléfono antes… ¿Sabes? Es que es un chico un poco tímido. –Hice un puchero falso.- Yo me llamo Ricky… Por cierto, ¿dónde está tu perro? Una chica tan guapa como tú debe estar aquí paseando a su perro…

Me reí, qué chico mas gracioso.
-Encantada, Ricky... Y, bueno, ¿por qué te lo tengo que dar a ti si es su nombre? Sois muy amigos, ¿no? -Sonreí teniendo tan cerca a Ricky. -Ah, y no tengo perro, solo una hermana pequeña.

Vaya idiota el Ricky, al final la asustaría. ¿Amigos? ¿Él y yo? Venga...
-No, no somos amigos, nos acabamos de encontrar por casualidad.
Suspiré y me senté en el banco. ¿Qué hacía ahora? No tenía ganas de volver a casa a ver la estúpida cara de mi padre.

Me quedé pensando a lo que me había dicho y lancé un graan suspiro.
- Pues si, ha sido una suerte venir aquí, te he encontrado a ti - Le guiñé un ojo - Estuve estudiando en el extrangero por un tiempo... y ahora todo esto me suena a nuevo...
La expresión de esa chica me ponía algo inquieto, pero podía decir que me atraía de diferente manera que el resto de las mujeres que caminaban por el parque.
- ¿Y qué edad tienes? - Sonreí.

Lo miré a los ojos y esbocé una sonrisa. Así que había estudiado en el extranjero… Debía de ser interesante su vida.
- 18… -Susurré algo pensativa.- ¿Y tú?
Realmente estaba manteniendo una conversación con un chico… Me parecía curioso y atrayente, así que decidí continuar aquello, a ver hasta dónde llegábamos…

Era muy jóven, pero... ¿quién dice que el amor tiene edad?
- 24 - Me encogí de hombros. Un vividor hablando con una joven que ni siquiera era mayor de edad. Fijo que si su padre me conociera me comenzaría a dar con la escoba y me echaría de su casa. Pero total, una conversación no era nada malo - ¿Y a qué te dedicas? ¿Estudias?
Después de haber estado con... dejé de lado a las mujeres, pero no sé que tenía Asia, que hacía que las hormonas se disparasen. No podía ocultarlo... era todo un playboy. Reí interiormente.

- Pajarillo, no digas eso… -Miré al moreno borde y sonreí a la chica.- Claro que nos conocemos, y somos muy amigos. A veces, cuando se pone tímido suele ser muy borde, no se lo tengas en cuenta, preciosidad… Y el número me lo tienes que dar a mí… para que quede constancia de que somos amigos… -Volví a poner melosidad en mi voz.- Porque somos amigos, ¿no?

-Tsk... -Puse los ojos en blanco. ¿Qué eramos amigos? -¿Tú deliras? Que no somos amigos.
De repente, Yuuki tiró del brazo de Ricky y lo sentó a mi lado, después nos miró sonriendo.
-¡Miraos! Pero si hacéis muy buena pareja... -Rió. ¿Qué acababa de decir? Vio la cara que puse y añadió -Como amigos...
-Más quisiera este... -Desvié la mirada.
Yuuki se apoyó en nuestras rodillas.
-Pues yo os considero amigos -Sonrió feliz. -Y.. es que no tengo móvil... pero os puedo llevar a mi casa... ¿Queréis? -Nos miró con ojos de pena.
Sinceramente no tenía ganas de ir...

Mayor… Bueno, la edad me daba igual… Al fin y al cabo siempre había mantenido conversaciones con gente mayor que yo… Sonreí.
- Pues… Ahora supongo que estudiaré en un sitio llamado Tri-Angle… -Volví a poner mi cara con esa expresión vacía.- ¿Y tú? ¿Trabajas?
No sé por qué… pero me quedé mirando su pecho… Parecía fuerte, muy fuerte; debía ser deportista o algo parecido.

Si bien no me equivocaba, estarían todos en una escuela llamada Tri-Angle. Que interesante sería juntar a todos esos pipiolos en un mismo sitio y conocerlos bien a cada uno, luego matarlos y ser el mejor. Sonreí al acordarme de lo último que había echo.
- Espero que estés bien... Miyavi... - Suspiré - Han sido muchos años ya... y por culpa de ese... pelirrojo imbécil acabé en... - Bufé cansado y me senté en el césped, cogí una rama del suelo y me la coloqué en la boca. Cerré los ojos y me quedé pensativo.

La miré detenidamente. Tri-Angle... ¿Ella también era...? La miré de arriba abajo y me sorprendí. No tenía las pintas que una... no, no tenía las pintas. Suspiré y me quedé pensando en qué era lo que le podía decir. Sonreí.
- No - Negué - Estoy de vacaciones - ¿Por qué no le decía que yo también iría a esa escuela? Total, me vería allí. Pero algo me impedía decirle la verdad sobre mi - Acabo de graduarme - Quise parecer importante.

- ¿Graduado? Vaya, que importante… -Sonreí.- Eres bastante más listo de lo que suponía.
Creo que pensé en voz alta, pero sonreí de nuevo y señalé su pecho.
- ¿Haces ejercicio? Te noto bastante fuerte.
¿Qué narices estaba haciendo? Hablaba con un chico… y además le decía lo que pensaba a la primera de cambio… Miré al frente esperando su respuesta.

Alcé una ceja... vaya, ¿creía que era tonto o qué? Vi que desvió su mirada y sonreí.
- Si, he entrenado varios tipos de artes marciales durante mucho tiempo - Puse la mano en mi pecho - Y aunque lo haya dejado, no dejo de entrenar cada día... es como... una costumbre - Me ecnogí de hombros - ¿Tú que haces en tus tiempos libres? - Sentía que volvía a tener 19 años y eso me hizo sonreír.

- ¡Claro que queremos! –Sonreí y le volví a echar el brazo por encima.- No sabía que fueras tan rápida… –Susurré con perversión.
Miré al pajarillo y suspiré para mis adentros… Como me fastidiara el ligue, le cortaba la cabeza…
- Venga pajarillo… -Le guiñé un ojo.- Qué esta preciosidad quiere conocernos… No seas desagradecido…

-Sí, pajarillo. -Sonreí alegremente y le cogí de la mano. Me la soltó rápidamente.
-Tsuri...
¿Su nombre? Sonreí mas contenta aun por haber conseguido que me lo dijera.
-¡¡Tsuri!! -Le volví a coger de la mano y lo levanté del banco. Miré contenta a Ricky -¿Nos vamos?

- ¿En mis tiempos libres? –Reí.- No tengo de eso… Mi hermano está demasiado encima mía… Aunque también practico artes marciales y ese tipo de cosas… Por el simple gusto de ejercitar mi mente…
Sonreí tontamente cuando lo volví a mirar.
- Eres el primer chico con el que tengo una conversación tan larga… Y es agradable…
¿No podía cerrar mi boca y dejar de decir lo que pensaba? Eso era extraño…

Vaya, vaya... así que también practicaba artes marciales. Me golpeé mentalmente. Imbécil de mi, si va a Tri-Angle, es muy difícil que no sepa hacer esas cosas. Suspiré. La miré a los ojos.
- ¿Nunca antes has hablado con otros chicos? - Me sorprendí. El que mencionara así a su hermano, me hizo suponer que la controlaba demasiado. Y me eché a reir. Ya no era la imagen del padre corriendo tras de mi con una escoba, ahora era la imagen del hermano.

¡¿El mamonazo había dicho su nombre?! Lo miré con odio… Y con disimulo me acerqué hasta su oído.
- Te seguiré llamando pajarillo… ¬¬… -Le susurré con odio. Después sonreí y miré a Yuuki bien alegre.- Dirígenos a tu casa, preciosidad…