Residencia Tann

Después de despertarme y vestirme a toda velocidad, ya que había quedado con los demás para echar un vistazo al parque, bajé a desayunar... Pero mis dos hermanos me miraron de arriba abajo con cara de pocos amigos.

- ¿Qué pasa? -Les pregunté mientras abría la nevera y bebía del cartón de leche.
- Padre tiene una noticia que darte... -Me dijo el mayor.- Y no bebas de ahí, es anti-higiénico.
- Ver tu cara por las mañanas si que es anti-higiénico... -Volví a beber.- Me voy que llego tarde.
- ¡Padre tiene que hablar contigo! -Me gritó.
- ... Cuando vuelva... Además, si fuera muy importante vendría a buscarme él mismo...

Lo dejé con la palabra en la boca y salí de casa con una sonrisa... Tenía una buena sensación...

Llegué a casa… Miré a mí alrededor y no vi a nadie, así que me dirigí hasta el despacho de mi padre.
Allí estaba, mirando algunos documentos con expresión seria y firme. Le hice una reverencia educadamente.
- ¿Querías verme, padre?
- Ricky… -Su voz sonó realmente fría.- Vas a ir a una Academia llamada Tri-Angle. –Me alcanzó una carpeta con algunos folios.- Te enseñarán todo lo que te falta por saber.
- … -Le eché un vistazo con rapidez y después me limité a hacer otra reverencia. Di la vuelta sobre mis pies para salir, pero justo cuando estaba saliendo, mi padre habló de nuevo.
- … no me decepciones, Ricky… No hagas que me arrepienta de dejarte el liderazgo a ti en vez de a tus hermanos…
- … sí, padre… -Y salí de allí con la carpeta en la mano.

No podía defraudarle...